martes

Una Obra de Arte; la esencia del arte y la medicina

La esencia del arte y la medicina





PRÓLOGO

Desde la antigüedad, múltiples eventos han estado relacionados con la evolución del hombre, con su historia y con sus pasos por este planeta, pero pocos de ellos han estado en tan estrecha relación y tan directamente involucrados con él como lo ha hecho el arte y la medicina.

La medicina y en si las enfermedades, han sido protagonistas en el desarrollo del hombre y en su historia al igual que el arte. Podríamos decir que el hombre enferma casi que por naturaleza ya que la enfermedad es innata a la vida y por supuesto a la muerte. Sin vida no hay enfermedad y así como el ser humano enferma por naturaleza también su impulso artístico nace casi por naturaleza. Su estrecha y fecunda relación se retroalimenta en el tiempo y se hace fuerte. Las enfermedades han cobrado numerosas victimas a la humanidad, se han hecho sentir en la vida de los artífices del arte y han sido protagonistas importantes en las obras de estos, incluso muchas descripciones patológicas de los mejores libros clínicos de medicina que conocemos se quedan cortas ante las descripciones pictóricas y literarias de muchas obras de arte.

El arte ha sido definido como una actividad para la cual se requiere un aprendizaje. Deriva del latín Ras que significa habilidad y sus acciones requieren cierta especialización pero también mucho de aquel místico talento creativo que no todo mortal posee. Tanto el arte como la ciencia médica requieren de una habilidad técnica de donde ambas intentan tomar elementos para comprender y expresar algo al mundo, la primera para un fin personal pero potencialmente colectivo, la segunda con un fin  irremediablemente colectivo.

La medicina y la enfermedad en particular a pesar de ser un fenómeno de masas se convierte en una experiencia personal e intima al igual que lo es el arte. Él termino artístico se refiere a algo que influye de manera global pero cuya interpretación es algo personal y subjetivo así como subjetivo y personal es el dolor y la misma enfermedad. Para los antiguos romanos, el arte era la mezcla de la práctica y el conocimiento puro. Aristóteles lo definía como el hacer algo sabiendo porque se hace lo que se hace. Así entonces, se gesta un concepto filosófico de lo artístico que al mismo tiempo representa un hecho basado en el conocimiento, representa un fenómeno subjetivo, intuitivo y creativo como lo es también la medicina.

La milenaria relación entre la medicina y el arte es fuerte, su eterno vinculo continua presente y su progreso va de la mano con el progreso del hombre. La medicina presente en el arte y la medicina como forma de arte, tanto así que una de las sabias definiciones de medicina dice: La medicina es el arte y la ciencia que se encarga de la salud del ser humano.

Todos los seres vivos tenemos necesidades y para el ser humano una de las principales es la necesidad de expresarse tal como le sucedió al hombre del paleolítico, que tras sentir un fuerte impulso en su humanidad sensible y emocional plasmó con el mas virtuoso de los ingenios imágenes de bueyes y caballos en los muros de oscuras y hostiles cavernas. El arte colma esa necesidad de expresión del ser humano, satisface los deseos de su alma reprimida, de esa alma extasiada que busca salida y desborde. Pero la humanidad también necesita preservar la salud y recuperarla cuando es dominada por la enfermedad y la medicina esta allí para ello. Podríamos decir que de las primeras profesiones fueron la artística con los hombres pintando en las paredes de las cavernas y la medica con los primeros chamanes del clan.

En una gran encrucijada, similar a aquel amplio cruce de caminos como el que dio origen a la leyenda de aquellos bluesman de los que decían que en ese sitio vendían su alma al diablo para ser grandes músicos es en donde dos historias distintas y dos caminos diferentes como el arte y la medicina convergen. Hay quienes dicen que el arte como concepto absoluto realmente no existe, dicen, que tan solo hay artistas, que el arte es como una especie de fantasma conceptual y si analizamos fríamente esta afirmación podríamos encontrar algo de racional en ella, dado que el arte o lo que llamamos arte esta influenciado por un infinito universo de elementos como gustos, vivencias, experiencias, expectativas y recuerdos  personales que pueden hacer que una obra guste o no. Y ni que decir de los conceptos de belleza que varían enormemente entre las personas porque ese ojo, ese globo ocular que admira, observa y medita ante una obra de arte no esta solo, esta acompañado de un complejo, intrincado, misterioso y caprichoso órgano llamado cerebro el cual vive resguardado en su apacible y fuerte cúpula ósea. En el cerebro, en aquel encantador órgano esta archivada toda la información que posee aquel individuo, es mas, allí esta alojado el individuo mismo y sus gustos, sus inclinaciones y sus afinidades hacia algo están determinados por lo que en esos archivos neuronales existe. Visto así, lo que llamamos arte se convierte en algo muy difuso, en algo disperso, nada rígido ni cuadriculado, algo influenciado por muchos factores y que se ha tratado de agrupar y clasificar dándole un nombre.

El arte puede ser impactante y penetrante según quien lo observe, según quien este frente a la obra y la juzgue pues ese alguien tiene un pasado, conceptos y  prejuicios que tendrían que ser vencidos por la obra para que sea de su agrado o de lo contrario, será para ese individuo algo totalmente indiferente o peor aun, desagradable, pues las personas cuando acuden a ver una obra de arte lo hacen con una idea fija en la mente, una idea previamente establecida de lo que quieren ver o lo que les gusta y de allí que lo que aprecien minutos mas tarde sea de su agrado o no.

Este fenómeno que sucede en el arte es totalmente compatible con el acto medico, y es por eso que la medicina es ciencia y es arte. Mas se complica aun el asunto cuando el galeno en cuestión debe tratar de sobrellevar y superar los obstáculos que representan los miedos, escepticismos y creencias que tiene ese individuo y que han sido proporcionados en casa desde niño por su madre o abuela o que constituyen una creencia del lugar de procedencia.

La medicina desde cualquier concepción que la miremos, cualquiera de sus tendencias y cualquiera de sus practicas, llámese medicina alopática, medicina alternativa, homeopática, desde la acupuntura en la china hasta la medicina hipocrática de los griegos o la medicina practicada por  los chamanes, sea cual sea tiene como objeto, como fin, el hombre. El ser humano es el protagonista del quehacer medico, del arte medico y en la historia del arte, desde el arte prehistórico, pasando por el arte egipcio, griego o el arte del renacimiento hasta nuestros días el protagonista principal ha sido el hombre, así que la razón de ser de la medicina y el arte es el ser humano.

Un aforismo griego reza: “Donde hay amor por el hombre hay amor por el arte”.







El arte de escribir

sábado

Un homenaje al grabado

Holbein - El infante

Existen muchas personas como yo, amantes del arte, la pintura y especialmente el dibujo, para quienes el grabado es un arte muy valioso. He querido hacer un pequeño reconocimiento al laborioso y encantador arte del grabado, pero en especial, a esos grabados de los maestros de la Edad Media y el Renacimiento, verdaderas obras de arte que con gran maestría realizaron muchos artistas que se convirtieron no sólo en iconos del arte sino también en cronistas de su época. Al maestro Hans Holbein El Joven, especialmente va dirigido este reconocimiento y homenaje. Este alemán fue uno los maestros del retrato y aprendió sus primeras lecciones de el famoso Hans Holbein El Viejo, su padre. Un personaje admirable es Holbein El Joven, cuya obra artística es rica en cantidad y calidad. Este hombre era un virtuoso de la xilografía pero también era un crítico importante de la realidad en que vivía y allí radica aquella virtud fabulosa que lo hace trascender en el tiempo.

Tento que aclarar, que no sólo el homenaje va para Holbein, sino también para otro gran maestro aunque no del Renacimiento llamado William Hogarth. Él fue un grabador e ilustrador inglés quien cuenta con una fantastica obra salpicada de intensa sátira y critica social que lo hizo muy famoso. Se le considera como uno de los maestros del comic ya que fue uno de los precursores de este arte con trabajos en secuencia llamados "costumbres morales modernas"  Tanto Holbein como Hogarth, fueron virtuosos del arte y muy críticos de la sociedad y el entorno que los rodeaba. Un pequeño homenaje a ellos y su legado, nunca sobra...que su arte nos acompañe siempre.


Hogarth - De la serie La Crueldad -1751

Apuntes y borradores para un libro

Notas de todo tipo, frases resaltadas, correciones por doquier, bocetos de dibujos y anotaciones que ni uno mismo entiende, hacen parte de...Apuntes y borradores para un libro.


miércoles

La letra capital



Hay cosas que a cada quien le encantan y punto. En ocasiones, es difícil reconocer como nació esa fascinación por ciertas cosas en particular, pero lo cierto es que ahí están y en algún momento irán a salir a flote. A mi me pasa con las letras capitales. No se en que momento empezó aquel gusto por dicho artilugio de la escritura pero siempre me ha encantado. Ver aquellos libros medievales con aquella letra inicial detalladamente adornada con tinta de diferentes colores y encabezando el texto, imponente y de gran tamaño en ocasiones, esa es su majestad: la letra capital. 


Salterio de Maguncia. 1457


La llamada también letra capitular, posee muchos estilos. Desde motivos geométricos, zoomórficos o antropomórficos, con historias ilustradas en su interior y hasta de tamaño gigante que ocupan toda la página. Infinidad de textos clásicos poseen en sus páginas letras capitales y gran cantidad de libros impresos por Gutenberg hicieron uso de ella. Incluso, los computadores actuales cuentan dentro de las herramientas de los procesadores de texto con la opción de usar letras capitales, así que no son cosa del pasado. Lo cierto es, que por algún motivo especial y tengo que expresarlo nuevamente, me encantan dichas letras, y toda su imponencia y ornamentación figurativa, y para un proyecto inspirado en el arte, la historia de la medicina y la historia del hombre no podía faltar para mi gusto, el uso de letras capitales.



martes

Con una idea en la cabeza...





Generalmente los proyectos y por qué no, los sueños, suelen empezar por una idea. Una idea que en ocasiones puede sonar algo utópica o absurda tanto para los demás como para uno mismo, pero al fin y al cabo, como dice el dicho, "soñar no cuesta nada". Ahora, hablamos de costos no necesariamente desde el punto de vista económico, pero sí, desde otros puntos de vista. Pero lo que necesitan las ideas para que no se queden solo en eso, en ideas, es algo que las alimente, que las nutra, que las haga permanecer ahí. Algo que permita recordarle a uno que existen y que si se persevera en ellas pueden hacerse realidad y no se queden en un simple y vaporoso engrama mental que se dispersa con el tiempo y las ocupaciones. Dicen que las personas tienen varias ideas de proyectos en un día, muchas más en un año y miles de ellas durante toda su vida. La fortuna, si se le puede llamar así, es poder llevar a cabo al menos una de ellas y contar con la perseverancia, la constancia y la voluntad de dedicarle a ese trabajo el sacrificio, el interés y la pasión para poder sacarlo a flote y verlo hecho realidad. 

Este proyecto empezó como eso, como una idea efímera, algo distante, podríamos decir que como un sueño. Para un curioso del arte, la historia y la medicina, el hecho inspirador fue precisamente la lectura de un libro. Pero no era un libro cualquiera. Se trataba de un libro de arte. Pero no de un arte cualquiera, se trataba de pintura impresionista y no exactamente de cualquier pintor, este era un libro sobre uno de mis pintores favoritos: Vincent van Gogh. Un tipo complejo socialmente hablando, un poco malentendido creo yo, al parecer muy introvertido, asocial y hasta conflictivo en ocasiones. Pero para el tema en cuestión, dice la historia que el pintor sufrió aparentemente de una enfermedad de una muy mala reputación en la historia de la medicina conocida como sífilis. ¡Interesante! pensé. Un pintor, una enfermedad venérea, un historia que involucra dos protagonistas y cómo se influencian el uno al otro. No sería lo mismo la historia de van Gogh sin la sífilis, así sea mito o realidad, y para la historia de dicha enfermedad, no sería lo mismo su narración si no nombramos a van Gogh. 

Así entonces, como dice la sabiduría popular, nada pasa en la vida de nadie por casualidad. En este caso, tanto para el artista como para la enfermedad, existe una sinergia historica que potencia sus historias alimentadas por la popularidad del otro, por su peso en sí mismo y porque de uno u otro modo, el encontrarse los dos en un punto en común hace que sus historias ya no vuelvan a ser las mismas y es allí donde la conexión entre arte y medicina, el cruce de caminos entre estas dos corrientes deja de ser solo un hecho anecdótico, un mero dato histórico y se convierte en todo un fenómeno sicosocial que hace evidente que la historia de la enfermedad tenga un efecto tan impactante en la historia de la humanidad.